Lo mejor de todo en nuestra casa fueron las cosas ricas que compartimos y los gratos momentos junto a nuestros amigos.
El supermercado fue otro lugar que vivenciamos... vendimos todo hasta las canastas y bandejas. A eso le llamamos ser un "buen vendedor". Como anécdota les contamos que el dinero que recaudamos no logramos guardarlo en la caja registradora.
Como era de esperarse las damas reunidas en la mesa y los caballeros muy amables atendieron nuestro pedido.
miércoles, 13 de junio de 2007
Mi vecindario, mi barrio
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