Claudia, la mamá de Bernardita, como buena profesora de Educación Física, nos acompañó con una educativa clase de gimnasia en la cual aprendimos que la salud de nuestro cuerpo va muy de la mano de una alimentación sana y balanceada y por supuesto con un buen hábito de hacer deportes.
Seguir circuitos y direcciones escapando de los tiburones requería de una gran concentración y en ocasiones de trabajo en equipo.
Conocer muy bien el cuerpo potencia el uso y dominio de todas las capacidades que se poseen esa es la razón para iniciar los aprendizajes desde pequeños.
Finalmente, un reponedor masaje como muestra de cariño a nuestros compañeros.
Después de la entretenida clase de vida saludable y cuidados del cuerpo, decidimos inmortalizar este momento con caras divertidas y llenas de nuevas energías.
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